En los últimos años, el turismo ha aumentado exponencialmente. Como dicen algunos expertos, se ha “democratizado”. Es decir: hasta hace poco, viajar era una actividad reservada a los sectores mejor posicionados de la sociedad, pero la irrupción de las compañías low cost y la llamada ‘economía colaborativa’ ha llevado el mundo de los viajes a otro nivel.
Un nivel que, en determinados destinos, está causando malestar en la población local, por el aumento de costes, ruido y otros inconvenientes que achacan al turismo. Y en Mandala Tours tenemos un conjunto de valores de turismo respetuoso que no sólo lleva a la satisfacción de nuestros clientes, sino también de los entornos locales donde trabajamos. En este post te contamos nuestra receta.
Turismo = Beneficio local
Viajar, por supuesto, enriquece a quien lo hace: descubre, aprende, desconecta… en definitiva, vive. Pero en Mandala Tours tenemos muy presente que el turismo debe también reportar un importante beneficio en el lugar donde se desarrolla. Por supuesto, supone un beneficio directo para los profesionales que sacan adelante los viajes, empezando por los agentes de viajes y siguiendo por chóferes, guías y, en general, el personal de la hostelería. Y por ello, nuestra plantilla la componen ciudadanos locales, buscando además el mejor equilibrio posible entre hombres y mujeres.
Pero consideramos que ese beneficio social y local también debe llegar a otro tipo de personas aún más necesitadas, especialmente las que de manera casi heroica mantienen a flote las tradiciones. Es por ello que en nuestros circuitos incluimos experiencias como actuaciones de música folclórica, convivencia con familias nómadas o visitas a cooperativas donde se elaboran productos tradicionales.
Además, en Mandala Tours vamos un paso más allá y hemos desarrollado una fundación que colabora en proyectos sociales que tienen lugar en los países donde operamos. Supone un compromiso añadido para respetar y promover el bienestar de los más necesitados, especialmente entre las personas más vulnerables.
El alojamiento y la vivienda, ‘sagrados’
Una de las principales causas de la llamada ‘turismofobia’ es la escasez de vivienda asequible en los centros históricos. Y los principales responsables de ello son los apartamentos turísticos ilegales. En Mandala Tours, cuidamos mucho este aspecto: no recurrimos a este tipo de alojamientos y sí a otros con encanto, en perfecta legalidad. Ejemplo de ello son riads en Marruecos, hoteles troglodíticos en Capadocia o jaimas y kasbahs en el desierto, entre otros. Y por supuesto, resorts en destinos de sol y playa. Pero nunca alojamientos que puedan romper la armonía y la convivencia en barrios y áreas residenciales destinados a la población local.
Por un turismo no masificado
Otra de las molestias del turismo de masas es el ruido y la congestión que provoca en determinados espacios, sobre todo pequeñas calles de los cascos antiguos. Y por eso Mandala Tours apuesta por todo lo contrario: viajes privados y a medida, con grupos que en la mayoría de casos caben en una minivan o en un minibús. Son expediciones en las que prima el contacto humano y la adaptación a las necesidades de cada cual, por lo que rehuímos de los megagrupos de ritmo frenético, con bandera y altavoz.
Respeto al medio ambiente
Por último, no nos olvidamos de otra gran víctima del turismo de masas: el medio ambiente. Si bien esto, en muchos aspectos, escapa a nuestra capacidad de control, sí tratamos de que se ponga especial cuidado en ello. Por ejemplo, utilizamos vehículos en buenas condiciones y de fabricación reciente para que, de esa manera, sean menos contaminantes. Y nos fijamos en que hoteles y proveedores de servicios, a ser posible, tengan un adecuado protocolo en el tratamiento de residuos, con sus debidos certificados medioambientales.