Pues claro: sus cinco Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO empujan a favor. El centro histórico de Bujará, el de Samarcanda, Itchan Kala… ¿seguimos?
Seguimos: un viaje a Uzbekistán es sumergirse en historia, en religiones y culturas. Es disfrutar de una hospitalidad sinigual de sus gentes. Es pasear entre palacios cubiertos de azulejos turquesa, como si estuvieras en mitad de un cuento persa.
Uzbekistán, además, es un destino prácticamente virgen a nivel turístico, y muy seguro a la vez.