La posibilidad de ver en directo la gran migración anual de ñus y cebras en las vastas llanuras del Parque Nacional del Serengueti.
O la de bucear en aguas turquesas de playas de postal, como la de Nungwi.
O la de escalar el Kilimanjaro, la montaña más alta y emblemática de todo el continente africano.
También el disfrutar de danzas tradicionales, perderte en mercados y experimentar la cultura swahili en todas sus formas.
O conocer qué hace tan misterioso y diferente a Stone Town o contemplar el firmamento lleno de estrellas desde un glamping a cielo descubierto.
Sobran las razones y motivos para irse de viaje a Tanzania y Zanzíbar, sí, especialmente si lo haces de forma privada y completamente personalizada.