Los yacimientos arqueológicos son lugares que atraen la atención y el interés de numerosos viajeros. Y en nuestros circuitos, suelen estar presentes por su evocadora belleza. Sin embargo, es necesario interpretarlos adecuadamente para poder valorar su importancia histórica. Para ello, es fundamental la labor de un guía que explique cada detalle. Pero cada vez son más habituales otros grandes ‘ayudantes’ en este propósito: los museos o centros de interpretación inscritos en el propio recinto arqueológico, o muy cerca de él.
Estos espacios son depositarios de las piezas de mayor valor, como esculturas, mosaicos, armas o joyas. Y además, su programa museográfico permite comprender mejor el contexto histórico del yacimiento y su especificidad, desplegando a menudo recursos audiovisuales. En los países donde trabajan nuestras agencias, son varios los ejemplos de interés, y te vendrá bien conocerlos, por si quieres dedicar parte de tu tiempo a su visita.
Museo de Troya, en Turquía
Se trata de uno de los recintos arqueológicos más famosos del mundo, gracias a la Ilíada de Homero. Pero también uno de los más complejos y difíciles de comprender, pues sobre el terreno se superponen hasta diez asentamientos distintos, que además fueron dañados por excavaciones muy invasivas en el siglo XIX. Pero el nuevo Museo de Troya es un gran aliado para comprender mejor las ruinas conservadas, además de mostrar documentos y obras de arte (Tratado de Alaksandu, Sarcófago de Políxena) que hasta hace poco se conservaban en el Museo Arqueológico de la cercana Çanakkale.
Museo de Petra, en Jordania
Considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y Moderno, los cañones de Petra bien se pueden considerar un museo a cielo abierto. Pero para conocer en profundidad la vida de los nabateos (civilización que alumbró este lugar) merece la pena entrar en el Museo de Petra y admirar piezas como la estela de la Diosa de Hayyan o paneles explicativos sobre las claves de aquella ciudad rosa, como el aprovisionamiento de agua mediante canales excavados en la roca.
Museo de Imhotep, en Saqqara
Si se trata de yacimientos arqueológicos y restos de civilizaciones antiguas, pocos países tienen más patrimonio que Egipto. Y de hecho, son muchos los museos de esta temática que se reparten por diferentes ciudades, incluidas El Cairo y Giza. Pero también hay pequeños museos integrados en recintos arqueológicos, como el de la necrópolis de Saqqara, conocido como Museo de Imhotep, en honor del arquitecto del complejo funerario del faraón Zoser y que llegó a alcanzar consideración divina. Maquetas sobre la Pirámide Escalonada (la primera de la historia), momias, sarcófagos, estatuas, modelos de barcas, bloques con jeroglíficos, vasos canopos y un largo etcétera de piezas extraídas del yacimiento, así como instrumentos, herramientas y otros artefactos que hablan de los métodos constructivos en el Antiguo Egipto.
Museo de Volubilis, en Meknes
Marruecos está avanzando mucho en la interpretación y divulgación de su riqueza arqueológica. Por ello, cabe preguntarse si existe un museo o centro de interpretación de su recinto romano más importante: Volubilis. Y la respuesta es “sí” y “no”. Es decir: en 2011 se terminó de construir un moderno museo dentro del recinto, hecho de hormigón y madera, logrando integrarse en la naturaleza del espacio. Pero posteriormente no ha tenido el apoyo institucional o el tirón turístico esperado y a fecha de marzo de 2025, cuando se redactaba este artículo, permanecía cerrado indefinidamente.
Por ello, quienes quieran contemplar de cerca las obras de arte y las piezas más importantes del yacimiento, deberán desplazarse a otros museos del país, principalmente al Museo de Historia y Civilizaciones de Rabat. De hecho, así ocurre todavía hoy con otros grandes museos arqueológicos nacionales en los países de nuestras agencias: grandes instituciones que recopilan lo mejor de todo el territorio para mostrárselo a los visitantes en un mismo espacio, como te contamos en otro post.