Destinos sorprendentes para el turismo enológico, con Mandala Tours

Si la gastronomía en general es un motor para el turismo, dentro de ese amplio concepto destaca un campo especialmente relacionado con los viajes: la enología, con visitas a bodegas y viñedos, y catas especializadas. Y las agencias de Mandala Tours pueden organizar experiencias puntuales o viajes completos relacionados con este hobby, que es una pasión para muchos. A continuación te contamos más sobre ello.

¿Turismo enológico en países musulmanes? Sí

La primera pregunta que puede venir a la mente de quien lea este artículo es si realmente existe un turismo enológico en países musulmanes. Y la respuesta es: “Sí”. A pesar de que el Islam prohíbe el consumo de alcohol, en muchos lugares se realiza una observancia menos estricta a esta regla, alegando determinadas excepciones. De hecho, el vino no es la única bebida que se produce en determinados lugares de estos países, sino también otros licores e incluso cerveza. 

En muchos casos, esa producción se realiza con vistas a la exportación al extranjero, es decir, a un mercado muy amplio para llegar a consumidores finales no musulmanes. Pero en otros casos, como los que relacionamos a continuación, es posible degustar los vinos locales en la propia bodega.

Éfeso y Tracia, en Turquía

Uno de los casos más llamativos de producción vitivinícola en territorio musulmán es Éfeso. Concretamente, Sirince, situado a unos 20 minutos de ese destino turístico. El motivo es que este pueblo y su entorno han sido siempre hogar de población griega, con una larguísima tradición en este sector, que se remonta siglos atrás hasta la época grecorromana. 

Y la posterior salida de la población griega con el llamado ‘intercambio de poblaciones’ en los años 20 del siglo pasado no impidió que se mantuviera esta producción, puesto que las suaves colinas de clima mediterráneo han sido siempre propicias para el cultivo de vides en terraza. 

Una tradición mantenida y similar a lo que pasa en Tracia Oriental, la región europea del país, con una fuerte tradición vitivinícola y numerosas bodegas por las que se puede trazar toda una ruta del vino.

A través de Turquía Exclusiva, comercializamos experiencias que te llevan hasta los viñedos de Sirince, por ejemplo a modo de excursión de un día tras desembarcar en Kusadasi durante tu crucero por las Islas Griegas.

Meknes, Marruecos

Marruecos es otro país con una sorprendente producción vitivinícola. Y esto se puede deber más bien a la influencia francesa, sobre todo en tiempos del Protectorado Francés del siglo XX, cuando se impulsaron numerosos cultivos de interés en la metrópoli. Y la vid fue uno de ellos. La zona más apta para su cultivo es la vertiente húmeda del Medio Atlas, concretamente en el área alrededor de Meknes y Fez, abarcando el 60% de la producción local y, sobre todo, reuniendo las bodegas más asentadas en experiencias enológicas. Además, otra zona a destacar es Rabat.

Valle del Nilo, Egipto

No menos sorprendente es la producción de vinos en Egipto, un país con una inmensa mayoría de territorio desértico. Pero la fértil vega del Nilo ha permitido que algunos productores se establezcan aquí y traten de explotar la singularidad que representa el intenso calor sobre la vid. Para encontrar bodegas especializadas en enología conviene acudir al Alto Egipto, especialmente a Luxor, favorecidos por el tirón turístico de esta ciudad. Además, se sabe que ya en el Antiguo Egipto se producía vino para los faraones y su corte, lo que le da un toque aún más sugestivo a la experiencia.

Norte de Jordania

Por último, Jordania también quiere sumarse a esta tendencia de la producción vinícola y son varias las marcas que se comercializan internacionalmente. Sus viñedos se ubican en el norte, la zona más húmeda del país, donde además existen reservas de agua subterránea. Al Mafraq, a unos 60 km de Ammán, es un referente en este sentido, lo que facilita las excursiones breves desde la capital.

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