Como contamos a menudo en este blog, degustar los platos tradicionales se ha convertido en un aliciente para muchos turistas, que organizan sus viajes con este deseo como objetivo número 1. Pero si le damos una vuelta de tuerca más a esta idea, encontramos que ese placer se multiplica aún más si los platos a degustar han sido cocinados por los propios turistas: es lo que ocurre en los cursos de cocina o talleres de gastronomía, que a menudo se organizan en los países de nuestro catálogo. Aquí te mostramos algunos ejemplos que te puede servir de inspiración.
Turquía: mucho más que kebab
La gastronomía turca es una de las más famosas en el mundo entero, pero también es mucho más rica y variada de lo que podemos encontrar en los habituales restaurantes de comida rápida. Y nada mejor para descubrirlo que apuntarse a un taller gastronómico, donde te enseñarán a preparar las delicias turcas. Y eso no es un decir: las delicias turcas o lokum son dulces tradicionales de textura gelatinosa, a modo de gominola. Las encontrarás por doquier en los puestos de los mercados, pero también se pueden preparar de manera casera, como se indica en estos cursos.
Otro dulce icónico y fácil de aprender en estos cursos es la baklava: montar su masa filo, su almíbar y sus frutos secos picados es todo un arte. Pero estos talleres no sólo enseñan repostería, sino también platos dulces, como los meze: pequeños bocados a base de verduras, pescado y otros ingredientes y que también tienen mucho de artístico, por el cuidado que se pone en su elaboración y su presentación. Además, en algunos de estos cursos se incluye la salida al mercado para comprar los productos frescos, como un complemento a la experiencia.
Jordania: tradición y adaptación al medio
En Jordania también podrás encontrar numerosos cursos de cocina local, donde aprender platos típicos de la gastronomía de Oriente Próximo, común a otros territorios vecinos como Palestina e Israel. Pero hemos decidido destacar un taller que se organiza en el corazón del país, Dana, por su relación con la tradición y con la magistral forma de adaptarse a las condiciones climáticas. Hablamos de los talleres de secado de fruta que tienen lugar en el rincón de la Reserva de la Biosfera Dana y Feynan, en cuyas terrazas se dan las condiciones medioambientales para el cultivo de árboles frutales.
Llegado el momento de la recolección, las mujeres la recogen a mano y la ponen a secar directamente bajo el sol. Y cuando han perdido toda su humedad, están listas para su adaptación a la mesa, convirtiéndose así en un delicioso postre para toda la familia. Participar de dicho proceso es toda una experiencia gastronómica y etnográfica.
Marruecos: talleres que se convierten en banquetes
La gastronomía marroquí no sólo es famosa y apreciada por su sabor, sino también porque a menudo está asociada a fiestas y banquetes con los que darse un festín. Y eso puede ocurrir al concluir las clases de un curso de cocina local, puesto que están concebidos para elaborar diferentes platos tradicionales, y darse un homenaje con ellos al final. Entre los platos a elaborar están los famosos tajines, con sus inconfundibles recipientes de barro en forma de chimenea, así como otros utensilios de cocina que sólo se utilizan en este país, lo que supone un plus cultural a la experiencia.
Pero estos son sólo algunos ejemplos de talleres gastronómicos en los países de nuestro catálogo. Además de esto, hay otras opciones que incluyen encuentros con familias locales para cocinar juntos los platos más habituales del día a día. Así que si este es uno de los deseos para tu viaje, puedes ponerte en contacto con nosotros para elaborar una actividad inolvidable.
