Recientemente, publicábamos en este blog un post con sugerencias gastronómicas para los viajeros que no comen carne y tienen pensado viajar por Oriente Próximo y el norte de África. Y las propuestas eran numerosas. Tan numerosas, que no era suficiente con un post para poder recopilar todas. Seguramente, un segundo post tampoco lo sea, pero sin duda te gustará conocer estos otros platos vegetarianos típicos de los países en los que trabajamos. Y sobre todo: te encantará probarlos, genuinos y recién hechos.
Marruecos
El cuscús y la bissara, que recogíamos en el anterior post, no son los únicos platos vegetarianos del país, ni mucho menos. También se pueden mencionar:
- Zaalouk de berenjenas: a menudo conocido como ‘caviar de berenjenas’, recuerda al pisto (o la caponata italiana). Además de trozos de berenjena, lleva tomate, aceitunas, ajo y zumo de limón, entre otros. Y se cocinan juntos en la sartén, hasta pochar
- Tajín de verduras: al igual que ocurre con el cuscús, este plato se presta a muchas variantes. Y una de ellas es la vegetariana, admitiendo prácticamente cualquier ingrediente: garbanzos, calabacín, pimientos, boniatos, berenjenas, zanahoria… Y todo ello, elaborado con el modo clásico de este plato: ligeramente sofrito sobre recipiente de barro y después cocción al vapor a fuego lento con su característica chimenea, regado con aliño y especias al gusto
Egipto
Además de los tres ya explicados en el anterior post (fuul medames, molokhiyya y falafel egipcio), no podíamos pasar por alto uno de los platos nacionales del país: el koshari. Se trata de una receta a base de arroz mezclado con numerosas verduras y legumbres, que se puede servir frío o caliente. En ese listado de ingredientes que se añaden mezclados con el arroz suelen estar la cebolla (a menudo frita), la pasta en forma de fideos, el tomate, las lentejas, los garbanzos y el ajo. Una mezcla de especias y un chorrito de aceite sirven para regar y condimentar con carácter este plato.
Turquía
El hummus y el falafel son dos platos icónicos y vegetarianos de la cocina turca, que repasábamos en el pasado post. Pero hay otros muchos, quizás menos conocidos, pero sumamente sabrosos:
- Fattoush: aunque es conocida como la ‘ensalada libanesa’, también está muy difundida por Turquía. Emplea hortalizas cortadas en dados (como pimiento, tomate, pepino), combinados con pan frito que le da un toque crujiente
- Börek: este plato es una empanada o pastel hecho con pasta filo (una masa parecida al hojaldre). Lo más común es que lleve algunos ingredientes no aptos para vegetarianos, como queso y carne picada. Pero también se puede pedir o buscar la versión vegetariana, con relleno de patata y espinacas, por ejemplo
Una enorme variedad de postres
Para terminar un menú vegetariano en tu viaje a Oriente Próximo, o simplemente para tomar a cualquier hora del día, tendrás a tu alcance un sinfín de dulces que, lógicamente suelen prescindir de la carne y del queso en su elaboración.
Icónicas son las delicias turcas, con una textura gelatinosa gracias al empleo de zumos naturales en su base, lo que da como resultado caramelos blandos recubiertos de azúcar. No sólo son muy dulces y sabrosos, sino que también conquistan por los ojos, por sus vivos colores. En muchos casos, se emplean frutos secos como pistachos o nueces para darle un toque crujiente, y es habitual aromatizar con extractos de frutas muy variados, como los de limón, frambuesa o melocotón.
A Turquía se asocia también la baklava, aunque se puede encontrar en otros muchos países, como Jordania: se trata de pequeños bocados de pasta filo, en cuyo interior se disponen trocitos de frutos secos (avellanas, almendras, nueces, etc.) y recubierto de almíbar, que es lo que aporta el dulzor.
Y como estas propuestas, otras muchas que podrás descubrir en persona cuando viajes a los países de nuestro catálogo, donde los bocados dulces son muy fáciles de encontrar a pie de calle.