Decía el cómico norteamericano Danny Kaye que “la vida es un enorme lienzo”, e incitaba a tirar toda la pintura que se pudiera sobre él. En Mandala Tours creemos que cada destino está teñido de mil colores de viaje y esa mezcla cromática es la que compone el mejor cuadro posible: la biografía de cada cual, forjada a base de todos los viajes que es capaz de realizar antes de que se le acabe el tiempo.
Y para ilustrar esta idea, nada mejor que seleccionar algunos de los destinos en los que trabajamos, caracterizados indudablemente por un color como seña de identidad. Si quieres llenar tu vista y tu alma con tonalidades únicas, echa un vistazo a las siguientes propuestas.
Chaouen, el pueblo azul de Marruecos
Situado en las verdes montañas del Rif, Chaouen es conocido como el pueblo azul de Marruecos porque los habitantes de su medina pintan con una tonalidad clara cercana al celeste las paredes de sus casas. Ese color, unido al blanco de la cal con el que complementan otras partes de los muros, da como resultado una experiencia de cuento de hadas.
Marrakech, la Ciudad Roja
La ciudad más visitada de Marruecos se asocia indisolublemente al rojo porque ese es el color del ladrillo de arenisca con el que se construyeron sus murallas y su famosa mezquita Kutubia, entre otros monumentos. A menudo, combinado con cerámicas de color verde, precisamente como la bandera del país, que puede haber tomado su inspiración de esta colorida ciudad.
Petra, la Ciudad Rosa de Jordania
Este pétreo destino, llamado Raqmu por la civilización nabatea que lo alumbró, es conocido como la Ciudad Rosa, no sin una cierta imaginación y lirismo: aunque quizás no sea el color más aparente y evidente de sus cañones rocosos, sí alcanza esta tonalidad en determinados momentos del día, sobre todo cuando el sol del amanecer o del atardecer baña sus paredes.
El brillo dorado de las dunas de Erg Chebbi
El desierto es un entorno natural clave en los viajes de Mandala Tours. Y la paleta cromática que salpica la tierra y el cielo en ellos es de una riqueza sorprendente. Son muchos los tonos que se pueden contemplar aquí, pero si hay uno simbólico y universal es el dorado de las dunas, como las de Erg Chebbi en el sur de Marruecos, que parecen oro en polvo.
El blanco puro de la nieve virgen en Palandöken
Turquía es, para muchos, un magnífico destino turístico para esquiar. Por ejemplo, en la estación de Palandöken. Pero incluso si no te gusta este deporte, perderse por aquí en invierno y primavera puede ser una experiencia mágica por la pureza blanca de la nieve virgen, que envuelve todas estas montañas del este del país.
Transparencia y mil colores en las aguas del Mar Rojo
A pesar de su nombre, el Mar Rojo bien puede destacarse por otra cualidad: la transparencia de sus aguas cristalinas. Y aunque contemplarlas y zambullirse en ellas ya se puede considerar una experiencia única, será aún mejor si te pones las gafas de buceo y abres bien los ojos para admirar la fascinante explosión de colores que nos regalan los peces y corales que aquí viven.
Aunque estos destinos son conocidos y reconocidos universalmente por la fuerza de esos colores, en realidad todos los países en los que opera Manala Tours tienen en común la variedad y belleza de su paleta cromática. Por la intensidad de la luz que baña los paisajes y que enamoró a pintores en el pasado, o por el gusto y la sensibilidad de las culturas que han alumbrado monumentos y artesanías que se llenan de los matices más sublimes. Así que si te gusta descubrir todos los tonos posibles entre el blanco y el negro, no dudes en reservar tu viaje con nosotros.